Ya vimos los principios generales así como las indicaciones y objetivos del uso de los dispositivos para la marcha en nuestro anterior articulo “Ayudas Técnicas para la Marcha”. Simplemente recordar que siempre buscaremos una ayuda que nos asista a amortiguar y propulsar el peso de nuestro cuerpo de manera segura.
De una manera general, mientras más amplia sea la base de sustentación de la ayuda técnica (andadores) más estable será; por otro lado, cuanto más pequeña sea esta (bastón), más ligera, manejable y cómoda será para la persona. Para todas ellas, necesitaremos un uso correcto de los miembros superiores y las funciones cognitivas conservadas. Ahora, nos centraremos en describir brevemente los diferentes tipos de ayudas técnicas para la marcha existentes y su adecuación a cada situación.
Andadores
Existen varios tipos: los llamados fijos con 4 tacos de goma como apoyo; con dos ruedas delanteras y dos tacos traseros; con tres ruedas, una de ellas delantera; y con cuatro ruedas. Los dos últimos son más recomendables para su uso en exteriores por su gran capacidad de adaptarse a diferentes superficies y por disponer de frenos manuales.
Antes de decidirse por uno en concreto, deberemos comprobar que los pasillos, puertas y habitaciones de la casa sean amplios y podamos utilizarlos en todos los espacios y realizar giros sin ponernos en peligro.
Muletas
Son más ligeras y menos voluminosas que los andadores, disponen de apoyo manual y un refuerzo en la parte posterior del brazo. Si sólo utilizamos una muleta deberemos llevarla en el lado más fuerte o con mayor destreza. Si sufrimos dolor o debilidad de rodilla o cadera, la muleta debe ir en el lado contrario avanzando al mismo tiempo la ayuda técnica y la pierna débil.
Bastones simples
Son los más utilizados por las personas mayores. Deberíamos siempre elegir un bastón regulable en altura y con una empuñadura en T y no en curva ya que se adapta mucho mejor a la palma y los dedos de la mano transfiriendo de forma optima el peso del cuerpo.
Bastones cuadrípodes o trípodes
Son bastones que disponen de un apoyo más grande, con 3 o 4 tacos. Disponen de una base de sustentación más amplia que las muletas y bastones tradicionales, son utilizados sobre todo por aquellas personas que no pueden o no quieren utilizar andador y que necesitan un apoyo mayor que el de un bastón simple para paliar el déficit del equilibrio.
¿Cómo regular la altura de las Ayudas Técnicas?
Teóricamente la empuñadura debe quedar a la altura de la prominencia ósea de la cadera o a la altura de la muñeca si nos encontramos de pie con el brazo estirado. Al agarrar la empuñadura, los codos deben tener una flexión de unos 20 o 30 grados. En la práctica, debemos encontrar un punto en el que el sujeto se encuentre cómodo y seguro. En el caso de los andadores con frecuencia se ponen un poco más altos fomentando una marcha mas erguida por parte de la persona.
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Enhorabuena por el articulo, es obvio que la autora conoce de manera suficiente el concepto de discapacidad y la condición de la persona discapacitada. Es innegable que hay muchas maneras de como interpretar las consecuencias, fundamentalmente las sanitarias y sociales que la discapacidad incorpora en la vida de las personas y como repercuten o se identifican con la integración y reconocimiento social.Por supuesto, profundizar en describir todos los condicionantes es para otro articulo. Lo que si creo interesante como lo menciona dicho articulo es como determinar las repercusiones en la vida de las personas dependientes cuando deben acoger un producto de apoyo.Si vemos el modelo medico, este esta enfocado sobre la problemática biomedica del individuo, y su tratamiento tiende a contemplar la discapacidad como una irregularidad o enfermedad a subsanar, de modo que la intervencion para su integracion esta mas centrada en mejorar la salida funcional del individuo que efectuar cambios en la sociedad o el medio en que este se desenvuelve, por ello la relevancia que adquiere escoger los productos de apoyo o “ayudas tecnicas”Por ello el inconveniente de la discapacidad resulta un inconveniente individual, que esta ocasionado por una imperfeccion y su consecuencia es una limitacion en la intervencion social. Sin embargo si lo visualizamos desde un punto de vista social, el termino “discapacidad” cubre todas las consecuencias de las limitaciones funcionales, cognitivas o emocionales para el funcionamiento y la participación del individuo en el medio físico y social en el que desarrolla su vida (Puga). Sin embargo un enfoque tradicional o “medico” de la discapacidad entiende esta en o dentro del individuo, relegando los factores sociales o del medio.Es aquel donde surge la cuestión, porque los modelos medico y social se relacionan pero con distintas visiones de la persona que presenta deficiencias o problemas funcionales y que son causa de discapacidad.La aplicación de un concepto psicológico de la discapacidad, el hincapié se hace en que esta es un producto o resultado de como se relaciona la persona con el medio, físico y social. Dicho de otra manera: la intensidad de discapacidad que una persona percibe, esta directamente vinculada en la interacción de esa persona con el entorno en que se desenvuelve por ello los productos de apoyo deben escogerse, tal como lo expresa la autora, “desde las características concretas de las personas y sus necesidades” tanto físicas como psicológicas.