Definición:
Una prótesis es una pieza(s) artificial(es) que reemplaza una parte o articulación del cuerpo cumpliendo la misma función de la parte del cuerpo que va a sustituir. Puede ser de diferentes materiales y formas dependiendo de factores como la articulación que se quiera reemplazar, la edad de la persona y la calidad del hueso.
¿Cuándo es necesario poner una prótesis de cadera?
En el caso de la cadera, la prótesis se pone al sufrir una fractura o de manera programada por desgaste articular.
Los tipos de fracturas que nos podemos encontrar son los siguientes:
- Fracturas de cabeza femoral: se asocian a fuertes impactos como caídas desde una altura alta o accidentes de tráfico. Puede acompañarse de una fractura de fémur o a una luxación.
- Fractura de cuello femoral: asociada a personas mayores que tienen problemas de osteoporosis. Pueden comprometer la irrigación de la cabeza femoral, cuanto más desplazados estén los fragmentos del hueso, más riesgo hay de necrosis.
- Fracturas intertrocantéreas: Tiene lugar entre el trocánter mayor y el trocánter menor. Al contrario de la anterior, esta no suele comprometer la irrigación de la cabeza del fémur y como hay menor riesgo de necrosis, el tratamiento quirúrgico precoz tiene buenos resultados.
¿Qué tipo de operaciones hay tras una fractura de cadera?
En caso de fractura hay dos opciones de tratamiento: quirúrgico y ortopédico. En el caso de tratamiento quirúrgico se pueden dar las siguientes opciones:
- Osteosíntesis de cadera: se alinean los fragmentos de la fractura y se mantienen en posición mediante elementos externos metálicos como tornillos, placas o clavos. Esta opción suele producir más dolores durante la recuperación que la colocación de una prótesis de cadera.
- Artroplastia: reemplazo total de la cadera mediante una articulación artificial que puede ser de acero inoxidable o titanio entre otras.
- Hemiartroplastia: reemplazo parcial de la cadera, sólo la cara femoral.
¿Con qué nos vamos a encontrar tras una operación de cadera?
Es importante saber que no debemos sobrepasar el ángulo de 90 grados ni elevar demasiado la rodilla al sentarnos, no debemos realizar rotaciones con la cadera ni cruzar las piernas.
Una vez realizada la intervención se pueden presentar los siguientes signos y síntomas:
- Hinchazón y enrojecimiento de la articulación
- Limitación de movilidad por rigidez
- Dolor en la zona
- Debilidad muscular
- Alteraciones de la marcha
- En ocasiones se produce edema en pie y pierna
¿En qué consiste la rehabilitación tras la colocación de una prótesis de cadera?
Después del tratamiento quirúrgico se recomienda hacer rehabilitación para poder ganar funcionalidad lo antes posible.
A continuación citamos el tratamiento a seguir:
- Utilización de crioterapia (frío) para disminuir la inflamación y elevación del miembro inferior afectado.
- Masaje cicatricial de las adherencias de la cicatriz.
- Drenaje del miembro inferior operado para disminuir la inflamación.
- Movilización pasiva por parte del fisioterapeuta para aumentar la movilidad.
- Ejercicios para el fortalecimiento de la musculatura de la pierna. Algunos de los ejercicios que se pueden realizar, dependiendo de grado de movilidad que tenga la persona son los siguientes:
– Tumbado boca arriba y sentado: movilizaciones en flexo-extensión de pies para favorecer el drenaje. También se pueden hacer movimiento en círculo con el pie.
– Tumbado boca arriba: con las piernas estiradas. Se dobla una rodilla arrastrando el talón y después se extiende.
– Tumbado boca arriba y con las piernas dobladas, realizaremos elevación de glúteos hasta donde se pueda.
– Siguiendo en la misma posición, con una pelota pequeña o un cojín entre las rodillas se presiona la pelota con las rodillas.
– De pie, apoyados en una silla, abrir y cerrar la pierna, manteniendo la postura bien recta, la punta del pie debe mirar al frente, no al lateral. No importa que no hagamos un movimiento muy amplio.
- Reeducación de la marcha utilizando al principio andador, muletas o bastón si es necesario. Trabajo en escaleras.
- Potenciación del equilibrio y la propiocepción para evitar caídas y reforzar la seguridad del paciente.
Las sesiones de fisioterapia tras una operación de cadera deben hacerse de manera secuencial y guiada por un fisioterapeuta cualificado. En Fisiosenior, contamos con expertos en geriatría que combinan diferentes técnicas en cada caso para obtener los mejores resultados.
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