El envejecimiento se define como un proceso biológico por el cual los seres vivos se hacen viejos. En el ser humano conlleva una serie de cambios estructurales y funcionales (que no son consecuencias de enfermedades ni accidentes) en todos los grandes sistemas del cuerpo: sistema cardio-vascular, respiratorio, sistema nervioso, aparato digestivo, sistema inmunitario, aparato locomotor…
Veamos a continuación los cambios que se producen en los sistemas implicados en la marcha de la persona mayor.

Efectos del Envejecimiento sobre el sistema osteoarticular:

• Disminución de masa ósea: Existe una disminución de los osteoblastos que generan nuevas células y hay un aumento de los osteoclastos responsables de la destrucción de las células.
• Disminución del cartílago de las articulaciones.
• Aparición de calcificaciones ligamentarias y tendinosas.

Efectos sobre la fuerza muscular:

• Existe una pérdida progresiva de la masa y la fuerza muscular (sarcopenia).
• Las fibras musculares pueden ser reemplazadas por tejido adiposo o conjuntivo.
• La atrofia muscular dependerá en gran medida del sedentarismo y la nutrición.

Efectos del Envejecimiento sobre los sentidos:

• Disminución de la agudeza visual y de la visión periférica.
• Pérdida progresiva de la audición, sobre todo de los sonidos agudos.
• La sensibilidad de los receptores vestibulares se altera.
• La propiocepción de la planta de los pies y en general de los miembros inferiores disminuye.

Efectos sobre el sistema nervioso:

• Perdida neuronal, disminución de las conexiones neuronales y por lo tanto enlentecimiento de las transmisiones sinápticas.
• Degeneración axonal a nivel periférico por desmielinización.
• Aumento del tiempo de conducción en los nervios periféricos.

Consecuencias del Envejecimiento:

Sobre el equilibrio: Ya hemos visto que el envejecimiento lleva cambios sobre los receptores ( visión, sistema vestibular, propiocepción…) sobre el sistema integrador ( sistema nervioso) así como en los efectores del movimiento ( nervios periféricos y músculos). Todo ello nos lleva a perder con más frecuencia le equilibrio y ser más inestables.

• Sobre la marcha: existen al menos diez modificaciones de la marcha de la persona mayor, entre las que destacamos disminución de la longitud y velocidad de paso, aumento del tiempo de doble apoyo, pisada con pie plano o puntera… Perdemos el automatismo de la marcha y esta necesita un control más voluntario.

• Sobre el riesgo de caídas: tanto las alteraciones del equilibrio como las de la marcha aumenta el riesgo de caídas en personas mayores. Las caídas tienen consecuencias traumáticas y psicológicas sobre la persona mayor y a menudo son el origen de pérdida de autonomía y aumento de la dependencia.