Demencias: 10 consejos de Fisioterapia

El aumento de la esperanza de vida es uno de los grandes avances de la humanidad pero no hay que olvidar que va acompañado de un creciente número de demencias.
En el Alzheimer, como en la mayoría de las demencias, al principio sólo percibimos pequeños olvidos y dificultades para realizar ciertas tareas complejas pero con el tiempo aparecen la confusión, la depresión y los conflictos para llevar a cabo las actividades de la vida cotidiana, la marcha o el habla.
Ya sabemos que a día de hoy no existe un tratamiento curativo a pesar de que hay diferentes líneas de investigación esperanzadoras.

Objetivos de la Fisioterapia en demencias:

1. Redescubrir y mantener el esquema corporal.
2. Regular el tono muscular: Aumentarlo si la persona tiene hipotonía o disminuirlo si la persona tiene hipertonía.
3. Mejorar el equilibrio durante la marcha.
4. Mantenimiento de la capacidad cardio-respiratoria.
5. Mantenimiento de la movilidad articular.
6. Ganancia de la fuerza muscular.
7. Aumento de la confianza en ellos mismos.
8. Mantenimiento de la capacidad de realizar las actividades de la vida cotidiana.
9. Aumento de la calidad de vida.
10. Mantenimiento de la capacidad de desplazarse y relacionarse socialmente.

Tipos de ejercicios y actividad física propuesta para demencias.

Desde la Fisioterapia siempre buscaremos ejercicios simples, que creen una rutina en las persona con demencias.
Buscando cumplir los objetivos anteriormente vistos podemos proponer los siguientes ejercicios:
1. Retomar o adaptar las actividades físicas que la persona realizaba anteriormente.

2. Proponer ejercicios simples y crear un cuaderno con dibujos y explicaciones fáciles para recordarlos fácilmente al inicio de cada sesión.

3. Circuitos de marcha y equilibrio con aros, huellas y obstáculos.

4. Ejercicios de expresión corporal, mímica, danza, teatro…

5. Actividades para el reconocimiento de las partes del cuerpo y esquema corporal.

6. Ejercicios de coordinación con material como pelotas, cuerdas, elásticos, globos…

7. Relajación y meditación.

8. Actividad física global como natación o bicicleta de apartamento.

9. Reproducción de ejercicios de la vida cotidiana como hacer la compra o vestirse.

10. Caminar al aire libre siempre que sea posible.

 

Os dejamos un video con una historia motriz, en él, se realizan movimientos mientras se escucha una escena cotidiana, al finalizar se deben responder a unas preguntas para trabajar también la memoria y la atención.

 

Está probado que la actividad física aporta beneficios en aquellos pacientes con pérdida de memoria y con desorientación espacial. Tras una exhaustiva valoración, el fisioterapeuta pautará los ejercicios, la intensidad y la frecuencia correctas para cada caso. Siempre propondremos tiempos de descanso que aprovecharemos para reforzar la autoestima de la persona. Todas las actividades se realizarán en un entorno de seguridad realizando adaptaciones en la vivienda si fuera necesario. Se recomienda un mínimo de 30- 45 minutos al menos tres veces en semana.