Artrosis de cadera: Opciones de tratamiento
La artrosis de cadera es una dolencia degenerativa provocada por el desgaste del cartílago que recubre la articulación de la cadera (articulación coxo-femoral). Es una enfermedad frecuente (aunque lo es dos veces menos que la artrosis de rodilla) que afecta a 1/ 1000 personas al año.
Su síntoma más frecuente es el dolor.
¿Dónde? Principalmente a nivel de la ingle pudiendo descender hasta la rodilla.
¿Cuándo? Suele iniciarse al caminar o subir escaleras (dolor mecánico) pero también puede manifestarse durante el reposo.
¿Cuál es su evolución? Tanto la degeneración como el dolor van a más según pasan los años pudiendo existir periodos más dolorosos que otros.
¿Cuáles son los tratamientos de Fisioterapia existentes para la artrosis de cadera?
– Tonificación muscular y ejercicio físico: La potenciación de los músculos situados alrededor de la articulación de la cadera ayudará a proteger y a disminuir el dolor. Los tipos de ejercicios, la intensidad y frecuencia deben ser planteados por un fisioterapeuta tras una valoración exhaustiva y dependiendo del grado de evolución de la artrosis.
– Estiramientos: Son tan importantes como los ejercicios de reforzamiento muscular ya que proporcionan la flexibilidad y elasticidad óptima a los músculos implicados en los movimientos de cadera.
– Disminución del dolor: Desde la Fisioterapia contamos con diversos métodos para aliviar el dolor producido por la artrosis de cadera como masajes, electroterapia, vendaje neuromuscular…
– Consejos y hábitos de vida: Su fisioterapeuta le aconsejará sobre pequeños cambios a introducir en su rutina diaria como por ejemplo: tipo de calzado, adecuación de la vivienda, ayudas técnicas para los periodos más dolorosos, aplicación de frio o calor, ejercicios y estiramientos adecuados a su caso.
¿Cuáles son los tratamientos médicos existentes para la artrosis de cadera?
– Antiinflamatorios y analgésicos por vía oral en los periodos dolorosos.
– Infiltraciones en la articulación de corticoides, acido hialurónico o ambas a realizar por un especialista (no más de una o dos al año siempre que el traumatólogo lo crea conveniente).
– Artroscopia de cadera: Micro-cirugía poco invasiva y rápida para limpiar los trocitos de hueso y cartílago que pueden provocar dolor.
– Prótesis total de cadera: Normalmente se valora esta opción cuando la persona es mayor de 60 años, cursa con dolor, tiene debilidad muscular moderada, disminución de las amplitudes articulares, perímetro de marcha limitado, signos de desgaste muy marcados en la radiografía y el estado de salud general es bueno para someterse a una operación.